martes, 31 de diciembre de 2013

martes, 25 de diciembre de 2012

Pieza 13- Butterfly Style



“Prefiero una mariposa al Rockefeller Center”
Joan Manuel Serrat.
 
Lo confieso. Detesto los trámites, los papeleos, los formularios, los bancos. Amo la vida simple. Sin burocracias. Sin filas. Sin sellos.

Sin embargo, a veces, no me queda otra opción que deslizarme (casi) involuntariamente hacia alguna que otra sucursal bancaria u oficina estatal. Eso tuve que hacer el 13 de diciembre. Fue mi 13D.

Enfrascado en una dependencia municipal de paredes algo grises/algo marrones (con algunos afiches pegados y otros arrancados, al mejor estilo de un inclasificable pop art), los empleados estaban entusiasmadísimos en jugar conmigo al flipper. Como una diminuta pelotita (redundancia mediante) reboté de aquí para allá, hasta que descansé en la fila de una ventanilla para pagar un sellado.

Atrás de mí llegó una señora de rulos algo rubios/algo marrones, con un largo vestido floreado, sandalias verdes y uñas pintadas de un rojo furioso. Me preguntó si era la fila para pagar los formularios. Asentí con la cabeza. Le estaba por hacer un comentario (de esos tan habituales en mí), cuando con voz de madre ordenó: “Vení para acá…”. Sobresaltado, giré y vi a Julieta. Supe que se llamaba Julieta porque tenía cara de Julieta. Y porque en la línea de arriba omití una frase. La madre ordenó: “Vení para acá, Julieta…”.

Y Julieta vino, inquieta como toda niña de 5 o 6 años, con su vestido rosa y ojotas del mismo color. Definitivamente, ese lugar de paredes pálidas, aire viciado de olores cafeinados y empleados poco afectos al trabajo no era el ideal para ninguna Julieta. Pero ella estaba allí jugando, saltando, cantando...

“Mirá, qué linda mariposa…”, dijo una voz bajita que venía desde abajo. Ni me di vuelta a ver. “¿A dónde?”, preguntó la madre de Julieta, con un tono más cercano al compromiso lúdico que por querer conocer empíricamente la ubicación del lepidóptero. “Ahí… ahí…”, insistía Julieta. Cedí a la tentación y miré para ambos lados. Nada. La madre sostuvo mi tesis y exclamó resignada: “Yo no veo nada”. “Lo bueno es que más allá de las computadoras y la televisión, los niños no perdieron la imaginación”, pensé haciéndome el Pierre Bourdieu.

“Está ahí…”. Julieta no se daba por vencida.

Al acércame a la ventanilla vi que la empleada tenia colgada desde el techo una mariposa de plástico. La ventanilla era pequeña. La oficina era pequeña. Las paredes grises lucían sin decoración, sin vida… Pero esta empleada de ojos verdes y blusa al tono, colgó con un hilito trasparente una mariposa para darle alegría a su ventanilla de trabajo. Una mariposa que solo Julieta pudo ver. Una mariposa que ni su mama ni yo vimos hasta que ella nos aviso.

Nuestro problema no es no ver. Nuestro problema es que viendo, no vemos. Y no es un problema nuevo. La historia de Eliseo y los sirios (2 de Reyes 6: 8-23), contiene importante lecciones para nosotros en estos tiempos posmodernos. El conflicto bélico entre Siria e Israel era desigual, ya que cada vez que los primeros planeaban sus estrategias de guerra, el profeta Eliseo las descubría. El rey sirio pensó que había un espía dentro de su cúpula militar. Pero sus siervos le explicaron que Eliseo revelaba al pueblo de Israel las palabras que él hablaba en su lugar más secreto. Sin perder más tiempo, el rey de Siria mando a apresar a Eliseo.

            Los poderosos ejércitos sirios rodearon la ciudad en la que residía el profeta de Dios. Esto provocó el natural temor del siervo del profeta, que dijo: “Ah, señor mío, ¡Qué haremos!” (2 Reyes 6:15). Y Eliseo respondió: “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró y dijo: Te ruego, oh Jehová que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y carros de fuego alrededor de Eliseo.” (2 Reyes 6:16, 17).

Actualmente, y hablando de caballos, el video más visto en Youtube (con más de 800 millones de reproducciones) es el del cantante coreano Psy y su ya famoso temaGangnam Style”. De ritmo pegadizo y una extraña coreografía equina, la canción hace referencia a Gangnam, uno de los barrios de clase alta de Seúl (símil Beverly Hills).  

Al ver el video (Advertencia: hacerlo más de una vez no solo puede ser peligroso para salud sino también para el buen gusto) se notan claramente las cuatro coordenadas que imperan en la sociedad de hoy: el consumismo, el relativismo, el permisivismo y el hedonismo. Es una sociedad que “desdramatiza” todo y carece de grandes verdades absolutas, cuyo único horizonte es la acumulación (tener vale más que ser) y cuyo lema es “Vale todo: disfrutá la vida hoy”.

Más allá del “Gangnam Style”, para este 2013 te propongo el “estilo mariposa”. Un estilo natural, soñador y colorido. Un estilo que te permite ver más allá de lo que aparentemente se ve. Un estilo que te ayuda a ver lo positivo en medio del dolor y a rescatar la esperanza donde abunda la desolación. Un estilo renovador, distinto, alejado de las corrientes poco éticas tan de moda y anclado en la Palabra de Dios. Un estilo donde domina la fe, esa que cimienta con certeza lo que esperas y que te convence de lo que todavía no se ve.

Aprendamos de las Julietas. Creo que aún tienen aún mucho por mostrarnos. Si vemos lo que ellas ven, tendremos un 2013 feliz.

 

viernes, 30 de diciembre de 2011

Pieza 12- 2012

Dugnad. Esta es la palabra que se usa en Noruega para definir la trabajo voluntario, colectivo y gratuito que busca el fin común. En esta palabra se resume el éxito de la nación nórdica.

El espíritu noruego de solidaridad y colaboración es una de las explicaciones del bienestar de ese país, que está considerado por diversos organismos internacionales como el mejor lugar del mundo para vivir.

¿Qué tiene que ver dugnad con 2012? La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró a 2012 como el año internacional de las cooperativas, reconociendo así la contribución de estas al desarrollo socio-económico y a la reducción de la pobreza y el desempleo.

"Cooperar" significa operar en junto, agregar, sumar, integrar, confluir, componer, convenir, combinar.
Interesante sería, entonces, hacer de estos próximos 12 meses jornadas de ayuda, de reunión, de unidad, de confianza y de asistencia al prójimo.

Con la ayuda de Dios, hagamos de dugnad un antídoto contra nuestro egoísmo, tan cotidiano y constante, para que aniquile nuestras pequeñas y enfrascadas ambiciones personales y para que podamos cooperar con quienes nos rodean.

Deseo que 2012 sea el año de la cooperación. Que encontremos las coordenadas correctas para comunicarnos adecuadamente y continuar hacia adelante y hacia arriba.

Que podamos elaborar un concierto colectivo y colosal, útil para confiscar la congoja.
Que podamos congregarnos y compartir, siempre construyendo.
Que podamos consagrarnos y concretar.

Escribió Goethe: "Si cada uno barre el frente de su casa, el mundo será un lugar limpio".
Escribió San Pablo: "Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos" (Gálatas 6:10).

2012 es una oportunidad para dugnad. 
"Oportunidad" proviene de una palabra latina que significa "puerta" o "puerto". Era un término marino que se usaba para denominar al viento que soplaba en la dirección propicia.

Y ya se sabe, los noruegos fueron buenos navegantes.

 

 

Pieza 11- Kilometros

Y un día 2011 llegó a su fin... Atrás quedarán miles de kilómetros andados, cientos de experiencias vividas, decenas de tristezas y alegrías, y una unidad... uno.... Pasa otro año y aún uno queda.

Alguien dijo una vez: "¿Cómo puedes darte cuenta si tu misión en este mundo ha terminado? Muy simple: si estás vivo, aún no ha terminado".

Después de mucho tiempo vuelvo a mi blog. Estoy vivo. Mi misión no ha terminado. La tuya tampoco.

Volví para compartir un mensaje para 2012. Para ello dejaré la secuencia de títulos por orden alfabético de este blog. Como verán también ya en este título abandoné los títulos de siete letras.

Agradezcamos a Dios y a quienes nos rodearon en este 2011. Llegamos al km 360. Llegamos al final.
Pero a partir del domingo tenemos un nuevo camino por recorrer.
Estás vivo. Tu misión no ha terminado.

martes, 23 de febrero de 2010

Pieza 10- Joaquín

Veintidós segundos después de las 21:00, se escucharon los tenues acordes de un acordeón que introducía al tema “Tiramisú de limón”. Impecable, con su largo saco y su sombrero bombín, la figura de Joaquín Sabina apareció en el escenario y despertó 20.000 aplausos. Esa noche, el 17 de febrero de 2010, el estadio de Newell’ s Old Boys, recibió el ecuménico saludo del cantautor español: “Bienvenidos leprosos y canallas… es un lujo volver a Rosario”.

En el aire, el viento soplaba tímido pero fuerte. En el cielo, la luna era una daga manchada de alquitrán. Y en el escenario, se ofreció un espectáculo tan austero como emotivo, salpicado con esa sencillez que tienen las cosas verdaderamente importantes.

Por eso, y evocando ese gran programa de televisión de Gonzalo Bonadeo llamado “Veinticinco” (con impecable producción, notables imágenes de archivo y gran capacidad de síntesis), elaboré una lista de las 25 frases que más me gustan de Sabina.

Seguramente, algún lector pensará que he cometido imperdonables omisiones. Puede ser. Este ranking, por supuesto, es totalmente subjetivo y arbitrario. Debajo de cada frase está el título de la canción y, luego del guión, el nombre del disco al que pertenecen.

Puesto 25:
“Nos robaron todo, pero no consiguieron robarnos la memoria”.
(Palabras como cuerpos- Inventario).

Puesto 24:
“Ten a bien recibir de mi parte un abrazo de amigo, cuando estalle la guerra estaré en la trinchera contigo”.
(Resumiendo- Alivio de luto).

Puesto 23:
“Todos los días tienen un minuto en que cierro los ojos y disfruto echándote de menos”.
(Incluso en estos tiempos- Esta boca es mía).

Puesto 22:
“No mires atrás que ya no estoy”.
(Tiramisú de limón- Vinagre y rosas).

Puesto 21:
“¿Quién dijo que hoy es múltiplo de antes?”
(Números rojos- Alivio de luto).

Puesto 20:
“Frente al cabo de poca esperanza arrié mi bandera, si me pierdo de vista esperadme en la lista de espera”.
(La canción más hermosa del mundo- Dímelo en la calle).

Puesto 19:
“Que el maquillaje no apague tu risa, que el equipaje no lastre tus alas, que el calendario no venga con prisas, que el diccionario detenga las balas”.
(Noche de bodas- 19 días y 500 noches).

Puesto 18:
“Corre, dijo la tortuga; atrévete, dijo el cobarde; estoy de vuelta, dijo un tipo que nunca fue a ninguna parte”.
(Corre, dijo la tortuga- Mentiras piadosas).

Puesto 17:
“Y una mañana comprendí que a veces gana el que pierde a una mujer”.
(Como un explorador- Esta boca es mía).

Puesto 16:
“Y cada vez mas tu y cada vez mas yo sin rastro de nosotros”.
(Amor se llama el juego- Física y química).

Puesto 15:
“Tu risa es una lágrima equivocada”.
(Besos con sal- Esta boca es mía).

Puesto 14:
“De ti no se acordaba el verbo amar”.
(El rocanrol de los idiotas- Yo, mi, me, contigo).

Puesto 13:
“Puedo ponerme digno y decir toma mi dirección cuando te hartes de amores baratos de un rato…
me llamas”.
(A la orilla de la chimenea- Física y química).

Puesto 12:
“Hay también quien se dedica a disparar, balas que me rozan pero no me dan”.
(Pasándolo bien- Malas companias).

Puesto 11:
“Estar contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado”.
(Llueve sobre mojado- Enemigos íntimos).

Puesto 10:
“En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”.
(Peces de ciudad- Dímelo en la calle).

Puesto 9:
“No dejes que te impidan galopar ni los ladridos de lo perros, ni la quijada de Caín”.
(Esta boca es mía- Esta boca es mía).

Puesto 8:
“Tenemos naufragios soñados en playas de islotes sin nombre ni ley ni rutina, tenemos heridas, tenemos medallas, laureles de gloria, coronas de espinas”.
(Más de cien mentiras- Esta boca es mía).

Puesto 7:
“La vida no es un block cuadriculado sino una golondrina en movimiento”.
(Jugar por jugar- Yo, mi, me, contigo).

Puesto 6:
“Sólo puedo pedirte que me esperes al otro lado de la nube negra”.
(Nube negra- Alivio de luto).

Puesto 5:
“Tardé en aprender a olvidarla 19 días y 500 noches”.
(19 días y 500 noches- 19 días y 500 noches).

Puesto 4:
“Por eso sé que perderte no era quedarse sin nada, la muerte es sólo la suerte con una letra cambiada”.
(Embustera- Vinagre y rosas).

Puesto 3:
“Ahora es demasiado tarde, Princesa”.
(Princesa- Juez y parte).

Puesto 2:
“Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres; porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren”.
(Contigo- Yo, mi, me, contigo).

Puesto 1:
“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”.
(Con la frente marchita- Mentiras piadosas).

martes, 9 de febrero de 2010

Pieza 9- Invicto

Tal vez haya sido el magnetismo por ver otro film de Clint Eastwood, un director exquisito y un gran contador de historias. Quizás haya sido la delicia por observar en la pantalla a un actor sólido y convincente como Morgan Freeman. O, quien sabe, a lo mejor fue la simple atracción que el nombre de Nelson Mandela genera. Lo cierto es que me deslicé, casi sin querer, hasta la sala donde se proyectaba “Invictus”.

La trama del film cuenta la forma en que Mandela, poco después de ser elegido primer presidente de Sudáfrica del período posapartheid y tras sufrir veintisiete años de encierro en la prisión de Robben Island, simpatizó con la selección sudafricana de rugby, los Springboks (históricamente adorados por la población blanca y odiados por la población negra). Estamos en 1995. Ese año, Sudáfrica fue la sede de la Copa Mundial de Rugby.

La película se centra en cómo Mandela usó el deporte para ayudar a curar las heridas infligidas por el apartheid y en la relación casi paternal con François Pienaar, capitán los Springboks y principal aliado en una gesta aparentemente imposible de lograr.

Apelando a la compasión y al perdón, Mandela intenta de fundir en una sola alma una nación racialmente dividida. Y como la mejor manera de predicar es el ejemplo, una de las primeras medidas que toma es conservar en los cargos de gobierno a los funcionarios blancos, quienes el día de la asunción del nuevo líder estaban preparando su mudanza. Incluso, y para desconcierto de los guardaespaldas negros de Mandela, los agentes encargados de su seguridad son blancos y deben trabajar en unidad con ellos.

“Una nación multirracial comienza por aquí. La reconciliación comienza desde aquí. Y el perdón comienza desde aquí”, le dice Mandela desde el despacho presidencial a su desconcertado jefe de seguridad. Y luego continúa: “El perdón libera el alma y elimina el miedo. Por eso es un arma tan poderosa”.

A mi gusto, una de las imágenes más impactantes de la película es la que muestra a Pienaar y sus compañeros de equipo visitando la isla donde Mandela permaneció encarcelado. Es que fue allí donde su reputación creció y llegó a ser conocido como el dirigente negro más importante en Sudáfrica. Fue allí donde él se formó como líder y donde aprendió a perdonar y a comprender. Fue allí donde entendió que la paz social y la unidad del país eran las únicas bases para la prosperidad de la nación. Y fue allí donde los jugadores de rugby pudieron percibir los objetivos del nuevo presidente.

Durante esos años de libertad ausente, las palabras el poema “Invictus” (de William Ernest Henley) acompañaron espiritualmente a Mandela:

Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
o cuán cargada que esté de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.

viernes, 29 de enero de 2010

Pieza 8- Hacedor

Había una vez, un reino muy lejano que, a falta de rey, era gobernado por dos príncipes.

Uno de ellos era más bien regordete, pero por tener su cabello cortado a los hachazos no podía usar la corona. Cuando hablaba, sus palabras parecían estar cargadas de rosas, pero en realidad, de su boca sólo salían espinas.

El otro príncipe era más bien esbelto, pero por tener sus cabellos llenos de rizos, tampoco podía usar la corona.

Completaba el trío gobernante un conde muy alto, valiente en apariencia pero cobarde en realidad. Quienes lo conocían manifestaban que ya no tenía remedio. Es que los condes, algo siempre esconden.

No obstante, el reino no padecía una lobreguez alarmante ni atravesaba noches gélidas. El hacedor de estos logros, era un pequeño bufón, que alegraba con sus cuentos a grandes y niños.

Pero un día, hartos de soportar las risas, los dos príncipes y el conde decidieron expulsar al diminuto payaso de sus dominios, desterrándolo a un supuesto olvido. El pueblo levantó sus voces de protesta. Voces que nunca fueron oídas. Suele ser un defecto de los poderosos no prestar atención a los clamores que emergen desde los abismos sociales.

Y ahora, en los grandes y multitudinarios eventos internacionales del reino, los niños ya no ríen. Sólo ríen, con la risa hueca de los mediocres, esos líderes que se creen sabios en sus propias y miopes opiniones.

Muy triste, y sintiendo sobre sus hombros la pesada mochila de la discriminación, el bufón encaminó sus pasos por un serpenteante sendero que conducía hacia el bosque.

El crujido de las hojas secas ante cada paso que daba, no le impidió escuchar las palabras de un anciano sabio, quien bondadosamente le aconsejó:

“Hay personas que dicen y hay personas que hacen. Es mejor estar en el segundo grupo. No sólo porque es más productivo, sino porque en el primero ya hay mucha gente. Así que no te preocupes por las decisiones injustas que los demás realizan y que te afectan: los talentosos como tú siempre serán talentosos”.

El bufón levantó la cabeza y dibujó en su cara una sonrisa plateada.

El viejito continuó:
“Procura ser siempre un hacedor de las risas, un reparador de sueños, un bufón de tristezas (de las propias y de las ajenas). Y recuerda: No todo lo que sube vale. En el mar, el corcho flota y la perla yace en el fondo”.

El bufón se acomodó el gorro y dibujó en su cara una sonrisa dorada.

domingo, 17 de enero de 2010

Pieza 7- Génesis

Tengo dos noticias para darles. Una buena y una mala.
La buena es que todos somos expertos en un arte.
La mala es que somos expertos en el arte de postergar.
Nos falta iniciativa y, porque no, continuativa...
Nos falta génesis, o sea origen, nacimiento, acción, creación…

A veces pensamos que para subir una montaña debemos ser expertos en montañismo, tener un equipo de miles de dólares y entrenar seis meses.

Después, nos damos cuenta de que más allá de eso, para llegar la cumbre sólo necesitamos poner un pie adelante del otro y avanzar.

Estamos en el primer mes de un nuevo año. ¿No es este el momento ideal para iniciar proyectos y poner en marcha esas ideas que duermen, cómodamente, en el papel? Porque como sabemos, lo más probable es que “algún día” sea “ningún día”.

Qué tal si generamos pequeñas gestas.
Qué tal si intentamos ser gentiles más allá de los gentilicios.
Qué tal si descubrimos en cada persona una gema.
Qué tal si gestionamos generosidad en vez de gemidos.
Qué tal si aprendemos a dibujar la geometría de un buen gesto.
Qué tal si procuramos germinar geranios.
Que tal si desafiamos nuestros genes y rompemos con el “esto siempre se hizo así”.
Qué tal si nos atrevemos a ser geólogos de nuestros tiempos pretéritos para no repetir genocidios.
Que tal si nos diéramos cuenta de que no tenemos que ser genios para atrevernos a empezar.

Aunque todos somos genios.
Ya lo dijo Roberto Arlt: “Yo también soy un genio. Pero cinco minutos y una sola vez al día”.